Durante cinco meses, los colectivos de desaparecidos de Orizaba detuvieron sus labores de búsqueda debido a la pandemia.
Luegode de 155 días en pausa, el cambio de color a amarillo en el semáforo epidemiológico para el Estado, permite el reinicio de la labor incasable de búsqueda, regresando a decenas de padres, madres, y familiares a la rutina de rastrear cualquier pista de sus seres queridos en hospitales, comandancias, centros de detención, y en las fosas clandestinas.
Este reinicio de labores, trae consigo el historiad de casos de quienes fueron desaparecidos presuntamente a manos de elementos policiacos.
Uno de ellos es el de Angelo Montiel San Pedro, quien llegó de Cancún a Orizaba en busca de un mejor trabajo para mantener a su familia. Pero no pudo alcanzar sus sueños: desapareció el 1 de abril del 2013 en Ixhuatlancillo, localidad que está a unos escasos 8 kilómetros de Orizaba.
Gabriela San Pedro, madre de Angelo, de 21 años, relata lo que es vivir el dolor de perder a un hijo, la incertidumbre de no saber dónde está, y el coraje de saber que posiblemente elementos de la Policía Municipal de Ixhuatlancillo estuvieron involucrados en su desaparición forzada.
Angelo trabajaba en un despacho de cobranza. El día de su desaparición salió a hacer unas notificaciones de adeudos a la colonia Los Olivos y a otras colonias aledañas a Ixhuatlancillo, pero no volvió.